Dios habla

Hace menos de un mes que se ha convertido mi primo. Siempre había creído en Dios pero a través del encuentro con Dios de su hermano se dió cuenta que realmente podía uno acercarse a Dios porque está ahi, existe. Cuando un amigo joven murió repentinamente se decidió a dar el paso y recibió a Cristo en su vida. Fue a la Iglesia por primera vez años y sintió que Dios le hablaba. Llegó a casa y releyó el pasaje de la predicación y sintió que Dios le volvió a hablar.

Dios habla constantemente. A través de su palabra, nuestro tiempo de comunión con Él, circunstancias, sueños, emociones, palabra profética, frases que oímos o leemos, comentarios de las personas, y muchas cosas más. Hasta animales y rocas (1). La creación entera habla de la gloria de Dios. Como cristianos, con el tiempo, nos acostumbramos a ello. Se convierte en algo normal. En algo casi rutinario. Escuchamos tantas predicaciones y tantos mensajes que de alguna forma nos insensibilizamos a la voz de Dios. Al principio sentíamos asombro, maravilla, cuando Dios nos hablaba en las cosas más sencillas. Ahora esperamos grandes señales o emociones para actuar y decir «ahora sí que sí voy a hacer algo al respecto de lo que Dios me ha hablado».

El ejemplo de mi primo me hizo reflexionar. Dios me habla bastante, pero ¿yo le respondo? A veces la respuesta es un «Ya seee..  ya me lo dijiste el otro día también» o un «tienes razón».  Pero muchas veces ni  respondo  por culpa vergüenza o lo que sea. ¿Qué hago con lo que Él me dice?

Él espera respuesta. Él espera una conversación. Él espera decisiones por nuestra parte. Él espera que tomemos en serio sus palabras y las grabemos en nuestro corazón (3). Si Dios te habla sobre tus prioridades, ¿a qué esperas? busca la forma de trabajar en ello y haz una lista de prioridades, elimina cosas que consumen tu tiempo y energía, haz cambios. Si Dios te habla sobre cuidar tu cuerpo y comer más sano ¿a qué esperas? hazte un menú mensual de comidas y compras, asesórate y aprende sobre alimentación sana. Si Dios te habla sobre dejar un pecado ¿a qué esperas? corre lejos de la tentación, hinca rodillas ante Él hasta obtener la victoria.

El Dios todopoderoso, que conoce hasta la última molécula de tu cuerpo, que con solo hablar creó todo lo que existe, que sostiene el universo; se ha tomado la molestia de preocuparse por tu situación. Esto no tiene nada de ordinario, ni normal, ni rutinario, ni común. Es algo extraordinario, fabuloso, magnífico y maravilloso.

Una buena noticia más. No estás sólo para enfrentar tus decisiones. No tienes que lograrlo con tus fuerzas. Si Dios te ha hablado y tomas la decisión de obedecerle, todo el poder, fuerza y recursos del Espíritu Santo de Dios están contigo para sostenerte y llevarte de gloria en gloria, de poder en poder y de triunfo en triunfo(4). Intentarlo por ti mismo no tiene sentido porque sin Él tú no puedes lograr nada(5). Sólo encontrarás dolor, desesperación y frustración en ese camino.

Dios puede y quiere ayudarte. No te ha hablado acerca de un imposible, porque Él no nos pide nada que no podamos soportar o alcanzar con su ayuda.  Así que por grande que parezca el gigante no temas, si Dios te mandó a enfrentarlo nada puede impedir que lo derribéis juntos.

 

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1- Números 22:28, Lucas 19:40

2- Salmo 19:1

3- Proverbios 3:3

4- 2ª Corintios 3:18, Salmos 84:7-9, 2ª Corintios 2:14

5- Juan 15:4-5

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