MENTIRAS QUE A VECES CREEN LOS HIJOS DE PASTOR 3 (y los pastores)

MENTIRAS QUE A VECES CREEN LOS HIJOS DE PASTOR 3 (y los pastores)

«EXISTO PARA OTROS»

Ésta mentira, o media verdad, que es lo mismo, es pareja de hecho con otra muy parecida «las necesidades de los demás son más importantes que las mías». Y la creemos porque tiene una laaaarga justificación bíblica y práctica.

Crecer con la mente fija en el ministerio puede fácilmente programarte para pensar en pensamientos como:

– «Estoy aquí para ser una manguera espiritual en éste jardín, para pasar el agua de vida hacia otros. Pero ya sabes, la manguera no es importante»

– «Fui creado para servir»

– «Se me ha dado mucho, se me demandará mucho, tengo que dar todo lo que tengo y soy».

– «La necesidad de apoyo del hermano de la Iglesia que va a ser operado, es más grande que la mía de tener vacaciones aunque hace tres años que no las tenemos».

– «La necesidad de la denominación de tener un predicador para jóvenes es más importante que la mia de que mi papá me arrope por las noches».

– «El mundo necesita más un evangelista de lo que yo necesitas un padre».

– «La necesidad de papá de descansar o estudiar la palabra es más importante que mi necesidad de ayuda con mis deberes de matemáticas».

– «La necesidad de mamá de mantener una buena apariencia es más importante que mi necesidad de ser un niño»

Puedes pensar que es tu trabajo, tu obligación, hacer que los demás se sientan cómodos y sean felices. Después de todo es a ellos a quien hay que ministrar ¿verdad? Es egoísta por tu parte «estorbar el trabajo de Dios» con tus propias necesidades ¿o no?. Recuerdas todas las predicaciones sobre el servicio y todas las veces que alguien citó Filipenses 2:4 «no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.» olvidando que dice TAMBIÉN. De alguna forma cada tarea de servicio en la Iglesia es parte de tus tareas.

MENTIRA! MENTIRA! MENTIRA! Pero nunca una mentirá sonó tan.. espiritual.

¿Debemos servir? SI ¿Debemos servir aunque no nos sintamos bien? NO ¿Debemos servir sin importar el costo personal? NO.

Dios desea que su obra sea hecha, desde luego, pero para Él  ni la obra ni las actividades son tan importantes como que tu vida se mantenga sana y en equilibrio. Su obra será hecha con o sin ti, no te preocupes. Tienes derecho a bajar el ritmo cuanod estás cansadpo. Tienes derecho a delegar tareas. ¡¡¡Tienes derecho a tener necesidades propias y que sean satisfechas!!!

Si tus necesidades legítimas no son fatisfechas terminas deprimido, pierdes el valor como persona porque piensas «no valgo, no merezco, estoy para los demás». Pierdes conexión con la realidad y vives una mentira.

¿Cómo terminamos pensando que nuestras necesidades no son importantes?

El apego en el ser humano se desarrolla de la siguiente manera:

 Tengo una necesidad – expreso esa necesidad – suplen la necesidad – mi confianza crece.

Pero a veces es disfuncional y va así:

Tengo una necesidad – expreso esa necesidad – pero mi necesidad no es suplida o es suplida de forma inconsistente- soy defraudado herido y confundido – no hay confianza – pedir y no recibir lastima, así que dejo de pedir – con el tiempo incluso puedo olvidar necesitar nada de nadie.

 Algunos padres te explican «cariño no puedo jugar contigo porque a la hermana Felisa se le murió el hijo y está muy triste», y claro, tú entiendes que eso es muy triste y ves tu necesidad pero eliges ignorarla porque es «lo correcto». Otras personas pueden incluso llamarte egoísta o inmaduro, así que aprendes a no necesitar. Las herejías van de la mano así que el «tengo que ser perfecto» te dice que si no necesitas nada eres perfecto y además «ya deberías saber» cómo manejar tus propios problemas y no necesitar nada de nadie. Léelo en los capítulos anteriores:

MENTIRAS QUE A VECES CREEN LOS HIJOS DE PASTOR 1     

MENTIRAS QUE A VECES CREEN LOS HIJOS DE PASTOR 2

(Papás: obviamente hay veces que no puedes atender la necesidad de tu hijo en ese momento exactamente pero asegúrate de decirle cuándo le vas a ayudar y cumplirlo)

La verdad es que suena muy espiritual pensar que te estás «desgastando por el evangelio», pero Dios te hizo una persona con necesidades y por tanto tienen que ser suplidas de una forma correcta. Una vez leí en un libro cuyo título no recuerdo, que los siervos de Dios son como zarzas. Decía que el fuego de Dios arde sobre la zarza pero no la consume (Éxodo 3:1-6). La zarza sigue reverdeciendo pero el fuego de Dios brilla sobre su vida iluminando. Ahora bien, hablaba de kamikazes espirituales que con tal de arder, se inmolan, prendiéndose fuego y consumiéndose en la obra en medio de demasiadas actividades y  necesidades de otras personas.

Recuerda, si es fuego de Dios, es equilibrado. No te consumirá, sino que reverdecerás, crecerás y serás de bendición a otros. Si estás quemándote, desgastándote, menguando, por mucha «bendición» que otros estén recibiendo a través de ti.. ¿por cuánto tiempo puede durar? ¿De que le sirve al hombre si ganase el mundo pero perdiese su alma? ¿De qué te sirve bendecir a otros y perder tu gozo? ¿De qué te sirve restaurar otras familias y descuidar la tuya? ¿De qué te sirve brillar para acabar como un montón de cenizas?

A Dios le importaba la zarza. No la dejó quemarse. A Dios le importa no sólo lo que logres, le importa cómo termines la batalla y que llegues a la meta.

A veces me parece que hay ministerios que operan bajo el lema «the show must go on»= «el show debe continuar». Al borde del divorcio, continuas peleas familiares, apatía espiritual, pero hay que ir a la Iglesia y sonreír.

Tienes necesidades. Tu familia las tiene. Y tienes el derecho de suplirlas y que sean suplidas. Rompe el ciclo. No esperes a que sea demasiado tarde y de tu vida sólo quede un montón de cenizas. Acostúmbrate a pedir ayuda. Acostúmbrate a recibir ayuda. Acostúmbrate a pedir oración por tu vida espiritual y personal. Acostúmbrate a buscar consejo. Bájate del pedestal de la perfección y no dejes que nadie te vuelva a subir.

Cristo puede cubrir todas tus necesidades, pero tu tienes una parte que cumplir. Primero que todo, aparta tus tiempos de descanso y pon límites que no dejen que nada te distraiga (apaga el móvil…). Segundo, busca apoyo, «mejores son dos que uno, porque si uno cae, el otro lo levantará», y «confesaos vuestros pecados los unos a los otros», «edificándoos los unos a los otros en amor». Nadie queda fuera de éstos pasajes bíblicos, no dice «todos menos el pastor o el hijo del pastor». Tercero, vela, vigila, cuando veas en tu vida síntomas de estrés y depresión toma medidas y frena. Puede que te parezca que faltas todo se desmoronará, pero créeme. No es así.

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